¿Cuántas veces has escuchado decir a alguien “¡Me encanta mi trabajo!”? Desafortunadamente, muy pocas, estamos seguros. Pero es un hecho que tiene solución, ¿quieres que tu equipo sienta que su trabajo es genial?, ¿no sabes cómo conseguir que tu plantilla trabaje con una sonrisa de anuncio? No te preocupes, porque nosotros te vamos a dar los mejores trucos para que hagas que tus colaboradores puedan decir “¡Me encanta mi trabajo!”

- Inclúyelos en los logros: cuando haya buenas noticias o buenos resultados en la organización, compártelos y celébralos con tu equipo, cada colaborador los ha hecho posibles y se merece cierto reconocimiento. Conseguiremos que se motiven para seguir trabajando bien.
- Crea ambientes de trabajo atractivos y confortables: en las oficinas, incluye espacios que inviten a la colaboración, a la privacidad y al descanso. Anímalos a que hagan descansos intermitentes. Aumentarán su productividad. Y, por supuesto, nunca cierres las puertas al teletrabajo ocasional o regular, según las necesidades de la organización y del colaborador.
- Evalúa el desempeño, tuyo y de los colaboradores: permite que tu plantilla no solo reciba feedback constante sobre cómo lo está haciendo, sino que también puedan ellos dar feedback sobre cómo se sienten y cómo lo hacen otras personas del equipo (ojo, no se trata de humillar ni poner en contra a los colaboradores, es una plática pacífica). Cuantos más ojos tengas, mejor podrás observar dónde y cómo realizar cambios y/o mejoras.
- Define objetivos claros y específicos: por muchas ganas que tengas de llegar a la meta, si no haces el recorrido medible, te cansarás por el camino (y agotarás a tu equipo).

- Apoya a cada colaborador con su carrera: en el trabajo, todos tenemos un propósito u objetivos. No dejes de fomentar el crecimiento de cada uno, con ellos crecerá la organización. Todos tienen alguna habilidad especial, ¡descúbrela!
- Empodéralos: dales autonomía. Nadie mejor que ellos saben cómo y cuándo pueden realizar mejor sus tareas. Asume que son lo suficientemente responsables como para manejar sus tiempos.
- Hay vida fuera del trabajo, respétala: la vida de cada uno, en ocasiones, afectará a su rendimiento. Interésate por los motivos de sus días buenos y de sus días malos, gánate su compromiso con tu atención y, pese a los bajones, intentarán rendir como siempre.
- Motívalos: tener incentivos siempre hace que el lugar de trabajo sea mejor, lograrás que tus colaboradores se comprometan más y lleguen a sus metas. Un día libre, un pastel en su cumpleaños o un detalle de la empresa.
- ¡Que fluya la diversión!: no confundas la seriedad con la productividad. La diversión y el humor contribuyen a la relajación y promueven una buena jornada de trabajo.
Es evidente que la base para que estos factores funcionen, es un salario digno. Si este punto ya lo tienes, ponte manos a la obra con los demás.