Últimamente no es extraño escuchar sobre personas que padecen del síndrome de burnout, un proceso de agotamiento físico y mental crónico que se produce por exceso de responsabilidades, adicción al trabajo y falta de equilibrio entre la vida laboral y la vida personal. El problema, en el peor de los casos, trae consigo la pérdida total de interés por cumplir con las funciones profesionales e incluso por las actividades personales y familiares.

Síntomas del burnout

Al igual que el estrés, el burnout se manifiesta de maneras diferentes dependiendo de cada persona y de las condiciones de trabajo. A pesar de que normalmente asociamos al burnout con el agotamiento emocional, en realidad puede afectar la calidad de vida en varios aspectos, incluida la salud física. A continuación, enumeramos algunos síntomas comunes:

  • Trabajar con irritabilidad o enojo
  • Desmotivación o desinterés
  • Falta de concentración
  • Pérdida de energía
  • Padecer estrés crónico
  • Notar una disminución del sentido de realización personal
  • Sentir que deberías aislarte del resto
  • Procrastinar sin control
  • Sentir súbita e intensamente que te disgusta tu trabajo
  • Creer que eres incapaz de hacer frente a nuevos desafíos, baja autoestima
  • Presentar problemas de salud repentinos y frecuentes que pueden ir de dolores de cabeza, dolores musculares o resfríos a enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad
so baby take a walk on the wild side.
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¿Qué causa el burnout?

Así como existen diferentes signos de agotamiento, también hay una gran variedad de causas que lo provocan. En general, todas las causas llevan a un punto central de inflexión que termina en burnout: cuando la intensidad del estrés y la presión en el ámbito laboral es demasiada o cuando permanece durante demasiado tiempo.

En particular, puedes estar en riesgo de padecer burnout si tienes lo siguiente:

  • Poco o nada de control sobre la cantidad de trabajo que realizas
  • Poco o nada de reconocimiento cuando haces un buen trabajo
  • Expectativas laborales poco claras
  • Expectativas laborales desproporcionadas o demasiado exigentes
  • Un ambiente laboral con muchas presiones
  • Demasiado trabajo, en particular cuando te deja poco tiempo para hacer lo que te gusta fuera de la vida laboral
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Hasta ahora solo hemos hablado de las causas y los síntomas en general, pero por fortuna, también queremos decirte que existen algunos tips que queremos compatir contigo que ayudarán a combatir esto.

¿Cómo evitar el burnout en el equipo?

▪ Programa descansos: El burnout se produce porque has estado con fatiga crónica y cansancio emocional. Para empezar a contrarrestar esto, programa descansos a lo largo del día. Pueden ser breves, como tomarte cinco minutos para caminar un poco y tomar algo de sol.

▪ Aprende a decir “NO”: Cada actividad que aceptamos añade otra a la lista de compromisos a realizar, si no puedes llevar a cabo dicha tarea es mejor comenzar a decir “no”. Si tu jornada laboral te permite realizar más actividades acéptala sin poner en segundo plano los trabajos principales de tu labor.

▪ Recupera la inspiración: Pregúntate por qué te encuentras en tu actual empleo, cuáles son los motivantes para seguir en él, qué cosas te brinda la empresa que posiblemente no encontrarás en ninguna otra.

▪ Comunicación: Habla con tus compañeros de trabajo o jefes para tener un mejor ambiente laboral. Hay que recordar que las malas actitudes solo restan puntos. Debe existir respeto entre todos y el conocimiento de que se pueden hablar sobre todas las acciones dentro de la empresa.

▪ Forja buenas relaciones en el entorno laboral: Muchas veces, el burnout se produce porque estás aislado y, a la vez, bajo mucha presión. Una buena opción para fortalecer la resiliencia con el fin de prevenir el agotamiento es cultivar las buenas relaciones en el trabajo. De este modo, si las presiones empiezan a acumularse, tendrás el apoyo social de tus compañeros para que te ayuden.

▪ Encuentra el equilibrio entre la vida privada y el trabajo. Además de dormir lo suficiente y de vincularte con las personas que amas, no olvides dedicar tiempo a tus propios intereses fuera de tus funciones de tu puesto de trabajo. Realiza actividades que te apasionen; puedes leer un libro, salir a tomar alguna copa o café con amigos, caminar por la ciudad, salir de fin de semana a otro pueblo, practicar un deporte o cualquier otra actividad, haz cosas que disfrutes en tu tiempo libre para disminuir el estrés de la semana laboral.

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Ten siempre en cuenta que eres el único responsable de lo que pasa en tu día a día y que tu bienestar físico y mental deberían ser prioridad para que puedas mantener una vida laboral productiva y una vida personal equilibrada.

Sé consciente de ello, reflexiona y gestiona las acciones necesarias para recuperarte del burnout. Sin duda te hará sentir mejor y podrás lograr todo tu potencial personal y laboral.