¿Quién no ha pasado la dolorosa etapa de ser despedido de su empleo? A pesar de que no a todos les ha sucedido, seguramente a otros sí, en caso de que a ti te pase esto o en algún punto suceda, vamos a darte unas recomendaciones de las cosas que debes y no hacer.
Primero que nada, vamos a comenzar por hablar sobre tus derechos como trabajador, estos garantizan que te puedas defender frente a cualquier atropello por parte de un empleador.
Por ley, en caso de despido injustificado tienes derecho a demandar una de estas dos cosas: la reinstalación en los mismos términos y condiciones pre existentes o la indemnización constitucional.
La indemnización consiste en el pago de:
- Dinero equivalente a tres meses de salario por concepto de indemnización constitucional.
- Prima de antigüedad consistente en el pago de 12 días de salario por cada año de servicios prestados, tomando como base para el pago de esta prestación el doble del salario mínimo.
- Aguinaldo
- Vacaciones y prima vacacional
- Prestaciones que hayas generado y que no te hayan cubierto aún
- Reconocimiento de antigüedad durante el tiempo que dure el proceso
¿Qué cosas no debes hacer?
Una vez que entendemos todos estos derechos, podemos actuar de manera inteligente para evitar acciones que únicamente logran empeorar las cosas.
- No entrar en pánico. Aunque la situación sea desesperante es recomendable tomarlo con calma y no actuar de manera indebida, evita realizar acciones que podrían involucrarte en un problema legal.
- No descargues tu enojo. Es fácil confundirse en este momento y querer desquitarte con quienes no tienen nada que ver, sino al contrario, te apoyan incondicionalmente. Ten cuidado o puedes arrepentirte.
- Sal a despejar tu mente. Si ya te resignaste, evita quedarte en casa a deprimirte o llenarte de ansiedad, visita amigos, familia o personas con las que tienes un lazo, toma un respiro y piensa en tu próximo movimiento.
- Cuida tu dinero. La tentación de tener una cantidad tan grande en tus manos puede llevarte a querer desperdiciarlo todo en pocos días, recuerda que ese dinero debe durar hasta tu próxima ganancia.
- Sentirte frustrado. Es fácil que nos inunden pensamientos de culpa, sentimientos negativos o ideas de que somos "mediocres", éstas no nos deben ganar, hay que tener la cabeza fría, aceptar que puede pasar a cualquiera, recordar que no es el fin de la vida.
Todos estos sentimientos llegan a ser una gran trampa, no dejemos ganar a las emociones sobre nuestro razonamiento, es fácil sentirse totalmente vulnerable en un momento así, enfocarse logrará que salgas de esto y veas que la batalla aún no está perdida.
Cosas que sí debes hacer
- Buscar un empleo nuevo. Sí, no hay mejor momento, piensa en las miles de oportunidades que buscarás, en lo emocionante de entrar a una nueva empresa y demostrar lo que vales, utiliza todo lo que tienes en tus manos para lograr encontrar esa oferta de empleo soñada.
- Emprender. ¿Y si lo haces? Tal vez el miedo te haga pensar que no podrás lograrlo o que tendrás varias trabas, no te concentres en eso y mejor haz realidad ese sueño que ha dado vueltas a tu cabeza hace tanto. ¿Quieres alguna idea de cómo emprender? mira esto.
- Salir de viaje. Ojo, aunque aconsejamos sobre no gastar todo el dinero que te dieron durante tu liquidación, sí puedes escaparte un fin de semana a un lugar cercano para alejarte un poco de lo mundano, recuerda que México ofrece una gran variedad de pueblos mágicos, algunos muy cerca de donde vives. O tal vez, mejor que eso, lograr encontrar un empleo que te permita viajar por el mundo
- Reduce gastos. Muchas veces no nos damos cuenta de lo que pagamos hasta que el dinero comienza a escasear, especialmente en lujos de los cuales podríamos prescindir, los cuales en muchas ocasiones suelen ser un gasto extra: sistemas de Streaming, paquete de datos en el celular, comidas en restaurantes de lujo, inscripción al gimnasio u otro centro deportivo. Vivir sin estos servicios no nos va a matar y, al contrario, evitarlos puede ser una ayuda para el bolsillo.
¿A qué conclusión llegamos?
Ser despedido es sentir el rechazo, aquel golpe emocional que nos duele en cualquier etapa, saber que estamos siendo excluidos por errores que tuvimos, este dolor es fuerte y nos pega directo en el autoestima.
Aunque pueda parecer que todo se viene encima, que las oportunidades se terminaron, es importante tener una actitud que no sea de derrota, sino al contrario, pensar en las nuevas oportunidades que puedan presentarse, decía Winston Churchill que el éxito es "aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse".